Cuando volvemos de viaje, la mayoría de nosotros lo hacemos acompañados de una o varias tarjetas de memoria repletas de fotografías. La foto suele ser el mejor recuerdo del viaje. No solemos reparar en cuántas fotos hacemos, ni en qué lugares fotografiamos. Y con la comodidad de poderlas visualizar y retocar posteriormente, solemos disparar mucho más de la cuenta. Siempre pensando en por si acaso no sale bien la primera, ni la segunda…
Pero a la vuelta del viaje, son pocos los que pierden un rato seleccionando y, mucho menos, retocando fotos y editando algún que otro montaje. Al menos en mi caso… Además, en la mayoría de los casos las fotos que hacemos suelen ser improvisadas, sin mucha atención, buscando el mejor ángulo del recurso que estamos visitando y, casi siempre, con alguno de nosotros en la imagen.
Son pocos los que preparan el viaje con la fotografía como parte esencial del mismo, aunque no hace mucho pudimos ver un ejempo de viaje fotográfico con «La Ruta Perfecta por Malta» y los primeros resultados de Juan Luis Polo. Y lo cierto es que hay más gente de la que nos pensamos que viaja equipada y con la intención de disfrutar del destino a través de la fotografía, pues cada vez son más y mejores los resultados que se ven por Internet.
Entre las últimas modas fotográficas está el timelapse, una de las técnicas más impactantes y sólo reservada para los verdaderos fans y casi profesionales de la fotografía. Un timelapse es el resultado del montaje de una secuencia de fotografías, generalmente sobre un enfoque estático, y con la combinación de alguna secuencia de vídeo muy breve, que pretende recoger el movimiento que se produce en un espacio concreto durante un tiempo determinado.
Hay resultados realmente increíbles. La belleza de un lugar a través del timelapse no es el mismo. Es mayor. Esperamos que disfrutéis con el que os dejamos en la parte superior.
¿Conocéis algún otro timelapse de Malta? Pues contádnoslo y compartir.