Como habrás podido deducir por los posts de este blog, el patrimonio monumental de Malta está estrechamente relacionado con su pasado militar y las posibles amenazas de invasión. El hecho de que se trate de un archipiélago dificultaba la labor, por la necesidad de comunicar las islas entre sí, por eso los torreones costeros formaban una parte importante del entramado defensivo.
Uno de ellos, considerado fundamental como enlace entre Mdina y la ciudadela de Gozo, fue la Torre de Santa Maritja. Estratégicamente situada en medio, en la isla de Comino, aún se yergue estratégicamente en un acantilado a 80 metros sobre el nivel del mar.
La construyó el arquitecto Vittorio Cassar en 1618 por orden del Gran Maestre Alof de Wignacourt, que la costeó él mismo con la venta de arbustos de comino (esta planta que da nombre a la isla servía como especia). Lo curioso es que en 1416 los malteses ya habían solicitado al rey Alfonso V de Aragón una atalaya de vigilancia, para evitar que se instalarán allí posibles piratas berberiscos que abrieran la puerta a una invasión otomana; para financiarla, se decretó un impuesto especial sobre la importación de vino… que el monarca decidió embolsarse.
El lugar, que formó parte de una red de construcciones similares, era recio, con paredes de 6 metros de grosor y un muro circundante que aparentaba ser un foso. De planta cuadrangular, mide 12 metros más los otros 8 de la plataforma sobre la que se alza, protegiendo sus esquinas con torretas. Durante siglos garantizó las comunicaciones con los fuertes de Santa Ágata y Chambrai, llegando a albergar una guarnición de 60 hombres y 6 cañones de diverso calibre.
Durante el bloqueo napoleónico entre 1798 y 1800 se utilizó para recluir a espías potenciales. También tendría otros usos cuando los británicos lo abandonaron en 1829: hospital para pacientes que necesitaban estar aislados, establo para animales en libertad… Durante las dos guerras mundiales recobró el carácter militar pero desde 1982 la Armada maltesa sólo la utilizaba como punto de vigilancia anticontrabando.
Entre 2002 y 2004 la Autoridad Marítima patrocinó una completa restauración que ha convertido la Torre de Santa María en el principal atractivo monumental de Comino para los turistas.
Foto: Bacylek100 en Flickr