Hoy vamos a terminar el repaso a los palacios, albergues y residencias privadas de Malta que empezamos el otro día con un post dedicado a los de La Valletta. Recuerda que, aunque muchos están destinados hoy a sedes de organismos oficiales e incluso continúan siendo viviendas particulares, son visitables al menos en parte.
A todos puedes ir descubriéndolos durante tu visita a Malta como parte de tu itinerario turístico y no sólo te deslumbrará su belleza sino que también te darán una visión general de la azarosa Historia de este país. Veamos primero los de Vittoriosa.
El Palacio del Inquisidor fue la sede de los 62 grandes inquisidores nombrados directamente por el Papa y que ostentaron dicho cargo en Malta. Cabe destacar la sala donde se celebraban los juicios, a la que los reos accedían a través de una pequeña puerta que les obligaba a inclinarse ante el tribunal; así, aunque no fuesen condenados, experimentaban la humillación de cuerpo y espíritu.
El Palacio del Gobernador, que en su tiempo fue sede de los primeros grandes maestres de la Orden de San Juan y posteriormente de los gobernadores de Vittoriosa, hoy es un conjunto de apartamentos con algunas inscripciones en mármol que recuerdan su vieja función.
El Palacio del Obispo fue construido por el prelado Cubelles en 1543 y ampliado en 1615. Sirvió a menudo como sede de la curia episcopal, aunque en la actualidad se utiliza como escuela.
El Palacio de la Università, de 1538, es donde residía el consejo ciudadano de Vittoriosa. Todavía hoy, bajo el pavimento de la calle, se conservan sus seis graneros, destinados a almacenar el trigo en caso de penuria.
Pasemos ahora a reseñar los palacios de Mdina.
El Palacio Inguanez fue construido en 1370 por la más famosa familia maltesa, contando entre sus ilustres huéspedes con el rey Alfonso V de Aragón en 1432 y Alfonso XIII en 1927. Hoy es la residencia privada de los barones descendientes de los Inguanez.
En el Palacio Costanzo, obra barroca del siglo XVII, hoy en día puede disfrutarse de un espectáculo de luz y sonido denominado Medieval Times, relacionado con historias de ese periodo. Muy cerca, en el Palacio Gatto Murina (siglo XV), se ha instalado el centro de interpretación Tales of the Silent city, sobre la historia de Mdina.
El Palacio Vilhena, obra de Giovanni Barbara en 1733, fue construido como residencia del Gran Maestre de Vilhena. Sirvió de hospital militar durante el dominio británico y actualmente es el Museo de Historia Natural.
El Palacio Falzon (1495), que cuenta con una impresionante colección de muebles, cuadros y mayólicas, es el mejor conservado de Mdina.
Además de todos los mencionados, Mdina cuenta con numerosas casas palaciegas privadas que han pertenecido a las familias más ilustres de Malta: Palacio Mangione, Palacio Sant Manduca, etc.
Foto: Captain Orange en Flickr