Malta es un pequeño archipiélago, en el que, por el contrario, se pueden hacer multitud de actividades. Toma nota de las quince cosas que no debes dejar de hacer cuando visites el archipiélago maltés. Y a ti, ¿se te ocurre alguna más?
- Disfrutar del paseo marítimo de Sliema y St. Julian, seguido de un almuerzo en alguno de los excelentes restaurantes de la zona, donde degustar las especialidades de la gastronomía maltesa.
- Una visita al pintoresco pueblo pesquero de Marsaxlokk, donde te esperan los Luzzi, tradicionales barcos de pesca, cuyo origen se remonta a los fenicios.
- Descubrir los secretos que se esconden bajo las aguas maltesas, ya sea haciendo buceo en cualquiera de los muchos puntos de inmersión, o esnórquel.
- Un paseo por las calles adoquinadas de Valletta, capital de Malta y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. No te olvides de visitar la co-catedral de San Juan.
- Asistir a un espectáculo en el Teatro Manoel, en Valletta; uno de los teatros activos más antiguos de toda Europa.
- Hacer una parada para admirar el Gran Puerto desde los Jardines de Barraka.
- Probar los riquísimos pastizzi, bocaditos de hojaldre que, además de económicos, son deliciosos.
- Un buen chapuzón en las cristalinas aguas de Golden Bay, una de las playas más hermosas de toda Malta.
- Una visita al Hipogeo de Hal Saflieni, un complejo subterráneo excavado en la roca que data de 3600 a.C. Debido a que existe un cupo de 80 visitantes por día, es necesario que reserves tu entrada con varias semanas de antelación a través de la web de Heritage Malta.
- Una visita a la iglesia de Santa María de la Asunción, en Mosta. Es famosa por su cúpula, la cuarta más grande del mundo.
- Un paseo entre los puestos y tiendas de Victoria Market, en Gozo, donde, además, podrás descubrir los oficios tradicionales malteses y la excelencia culinaria del archipiélago.
- Una excursión a la cueva de Calipso, en Gozo, sobre Ramla Bay. Desde este mirador, te encontrarás con una vista espectacular del mar Mediterráneo.
- Una sesión de fotografía en la Ventana Azul, en Gozo. Sin duda, uno de los lugares más pintorescos de todo el archipiélago.
- Una visita a los templos de Ggantija, en Gozo. ¡Son más antiguos que las pirámides de Egipto!
- Un relajante baño en las aguas turquesas de la Laguna Azul, en Comino.