Malta es una isla pequeña, pero, si por algo destaca, es por la gran cantidad de cosas que ver y hacer en un territorio reducido. Si vas a viajar al archipiélago maltés, pero vas a estar menos de una semana, toma nota de los cinco lugares que no te puedes perder en tu visita.
1. Ventana Azul, en Gozo: esta isla, más salvaje que Malta, cuenta con paisajes que quitan el aliento y la naturaleza es, sin duda, la gran protagonista del lugar. Para aprovechar al máximo la experiencia de visitar Gozo, te recomendamos que madrugues un poco. Lo ideal es tomar el ferry que llega a Cirkewwa a las 11.00 horas. Si no llevas contigo un coche, es muy sencillo llegar a la Ventana Azul desde la estación principal de autobuses tomando la línea 311 y bájandote en la parada de Dwejra. Enseguida te encontrarás con este espectacular monumento natural. ¡Es único!
2. Comino: básicamente la manera de llegar a Comino es la misma que a Gozo; sólo tendrás que tomar un ferry más desde Gozo, el cual tiene una duración de unos 10 minutos aproximadamente. Allí te espera la conocida Laguna Azul, de aguas cristalinas, que nada tienen que envidiar a las del Caribe. Si te gusta la aventura, no dudes en recorrer la isla a pie, para descubrir bellos y salvajes paisajes, sin más presencia que la vuestra. Comino es un paraíso en Malta. ¡No olvides reservar una mañana para conocerla!
3. Mdina: Mdina es un must en todo viaje a Malta. De aires medievales, esta ciudad fortificada de gran encanto te transportará en el tiempo a épocas pasadas. Lo mejor que puedes hacer es dejarte perder por sus calles, para descubrir rincones y palacios que te dejarán boquiabierto. No dejes de visitar su imponente catedral, de gran belleza.
4. Marsaxlokk: en este pintoresco pueblo de pescadores tiene lugar, cada domingo, un mercado tradicional donde no sólo encontrarás el mejor y más fresco de los pescados, sino también otros productos típicos malteses. Además de su encanto, salpicado de luzzus por todas partes, es el lugar perfecto para realizar compras de souvenirs.
5. St. Peter’s Pool: se trata de unas piscinas naturales que se caracterizan por una orografía muy peculiar y aguas inmensamente cristalinas. No en vano es uno de los puntos favoritos en el archipiélago para la práctica de snorkel. Emplazadas en un enclave al suroeste de la isla de Malta, muy próximo a Marsaxlokk, suponen una actividad perfecta para complementar la visita al pintoresco pueblo pesquero.