Estarás de acuerdo con nosotros en que, cualquier comida que se precie, ha de estar acompañada de un buen vino tinto con cuerpo o un vino blanco bien frío y que, además, todo viaje ha de contemplar un apartado dedicado a la gastronomía del destino. Por ello, en tu visita a Malta no ha de faltar una inmersión en la cocina local, acompañada de exquisitos vinos producidos en el archipiélago.
El enoturismo es una práctica que cuenta con cada vez más aficionados, y, por ello, las principales bodegas maltesas organizan catas y visitas guiadas, que cubren todas las fases de la producción, desde la fermentación inicial, hasta el proceso de envejecimiento (en función de la época del año en la que viajes a las islas maltesas, podrás ser partícipe de una fase u otra). Asimismo, se incluyen visitas a diferentes museos en torno a la historia del vino.
Entre las variedades de uva que se cultivan en Malta figuran Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Garnacha, Sauvignon Blanco, Chardonnay, Carignan, Chenin Blanco y Moscatel. Las uvas autóctonas propias del archipiélago son la Gellewza y Ghirghentina, que producen excelentes vinos con un cuerpo y un sabor característicos. Todas estas variedades, que tienen la capacidad de adaptarse al peculiar terreno calizo del archipiélago, están dando unas cosechas de excelente calidad y, cada vez más, están adquiriendo fama y renombre internacional.
Desde este enlace tienes acceso a un listado de las bodegas más destacadas de Malta, con las que podrás organizar una jornada de enoturismo en tu visita a Malta. ¡Salud!
Foto: Delicata
