Ciudades cargadas de historia, aguas de un intenso azul turquesa, paisajes de impresión, templos inspiradores y un tiempo magnífico hacen que Malta sea cada vez más apreciada entre los turistas. Puede que el país no tenga un gran tamaño, pero lo cierto es que puede presumir de estar repleto de cosas a hacer y ver, al tiempo que conserva su esencia mediterránea más auténtica.
Millones de turistas visitan la isla cada año ya sea para una escapada o bien para disfrutar de unas vacaciones más largas. ¿Tú eres uno de ellos? ¿Estás planeando visitar Malta próximamente? Toma nota de las mejores cosas que ver y hacer en el país:
Visitar los Lower Barrakka Gardens: La mayoría de los turistas conocen los Upper Barrakka Gardens, en Valletta, pero son muy pocos los que pasean alrededor de los Lower Barrakka Gardens. Tal y como su nombre sugiere, están situados en la parte baja de la ciudad, ofreciendo fantásticas vistas sobre el Gran Puerto. Este lugar ha sido escenario de rodaje de diferentes grandes producciones, como Troya, Gladiator o Juego de Tronos.
Perderse en Mdina, la Ciudad del Silencio: Antigua capital de Malta, esta ciudad fortificada medieval te transportará en el tiempo. Medina es popularmente conocida como la Ciudad del Silencio, ya que los coches están prohibidos; sólo está permitido que circulen los vehículos de los 250 residentes de la ciudad.
Tras recorrer sus calles adoquinadas, repletas de iglesias y palazzos, puedes dirigirte a la terraza de la azotea de Fontanella Tea Garden para admirar sus maravillosas vistas sobre los campos malteses, al tiempo que disfrutas de su tarta de chocolate, una de las más deliciosas de Malta.
Montarse en el ferry que va a Gozo y descubrir la Blue Grotto: En un trayecto de tan sólo 20 minutos en ferry, es posible llegar a Gozo, la isla mediana del archipiélago maltés. Gozo sorprende al visitante por su naturaleza y su esencia particular, que transmite una autenticidad preservada a lo largo de los años. También destaca por sus impresionantes paisajes, que esconden maravillas como el Mar Interior y la Blue Grotto.
Para los amantes de la historia, en Gozo se encuentran el santuario de Ta’Pinu o los templos megalíticos de Ggantija; más antiguos que las pirámides de Egipto.
Mezclarse con los locales en Marsaxlokk: Marsaxlokk es un pequeño y pintoresco pueblo de pescadores (allí es donde encontrarás la mayor concentración de luzzus, las bonitas y fotogénicas embarcaciones de pesca típicas maltesas) emplazado en el sudeste de la isla de Malta y es el lugar al que los locales acuden los domingos por su mercado de pescado.
Marsaxlokk se encuentra repleto de restaurantes de gran calidad donde degustar el mejor y más fresco pescado de la isla. Te recomendamos que reserves mesa en cualquiera de ellos.
Visitar alguna de las muchas iglesias de Malta: Malta es conocida por su gran cantidad de iglesias en un espacio reducido. No en vano, el archipiélago guarda en su territorio 360 templos; ¡casi uno para cada día del año!
Es imposible que conozcas todas las iglesias de Malta en un viaje, pero, si te tenemos que recomendar alguna, sin duda no has de dejar de visitar la Concatedral de San Juan, en Valletta, la iglesia de Mosta, y la Catedral de San Pablo, en Mdina.