Malta es, siempre, una excelente opción, tanto para unas vacaciones más largas, como para una escapada de fin de semana. Además de hermosas playas y calas, el archipiélago maltés presume de contar con un impresionante legado cultural e histórico, ofreciendo atractivos turísticos para todo tipo de turista. Te dejamos esta guía para que aproveches al máximo un fin de semana en Malta.
Qué ver: Además de la capital del país, Valletta es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una visita obligada en todo viaje a Malta. Si quieres disfrutar de una vista espectacular de la ciudad, toma el ferry de cinco minutos de duración que va desde Sliema. Una vez te bajes de él, sube una pequeña pendiente que te llevará hasta el atractivo principal de Valletta, la Concatedral de San Juan, que fue construida por los Caballeros de San Juan de 1572 a 1577. Paradigma de la arquitectura barroca, en su interior guarda una auténtica obra maestra: La Decapitación de San Juan Bautista, único cuadro firmado por el artista Caravaggio.
Junto con pasear por sus agradables calles, otra actividad de interés en Valletta es visitar el Museo Nacional de la Guerra o el Museo de Arqueología, así como los jardines Upper Barraka, desde los cuales se pueden admirar unas magníficas vistas sobre el Gran Puerto.
Además de Valletta, los otros dos sitios del país que figuran en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO son los templos megalíticos de Malta; una colección de siete sitios prehistóricos repartidos por todo el territorio, y el Hipogeo de Hal Salieni, una gran estructura subterránea que se empleó como cementerio entre los años 4000 y 2500 a.C.
Si el fin de semana en Malta es con niños, os sugerimos visitar el Acuario Nacional de Malta o Popeye Village, dos éxitos asegurados con los más pequeños.
Ir a Gozo (y más allá): Una visita a la idílica isla de Gozo debería ser un must en toda escapada a Mata. Si no dispones de mucho tiempo, no te preocupes, ya que es posible recorrer algunos de sus puntos turísticos en media jornada. Para ello, nada mejor que tomar, desde Malta, el ferry que te llevará hasta la isla de Calypso en unos 25 minutos. Gozo cuenta con interesantes monumentos históricos, playas y calas a explorar, además de ser un paraíso para los amantes de los deportes outdoor, como la escalada, el ciclismo o el senderismo.
Un poco más alejada de Malta, pero también fácilmente accesible en ferry, se encuentra Comino, la isla pequeña del archipiélago maltés. En ella, se encuentra la famosa Laguna Azul, la cual impresiona a todo el que la visita por sus increíbles aguas turquesas de una claridad deslumbrante.
Dónde comer: En tu viaje a Malta, no dejes de probar el estofado de conejo. Plato nacional del país, se puede degustar en numerosos restaurantes. Si deseas una experiencia de lo más tradicional, ve a Nenu The Artisan Baker, en Valletta. Como su nombre indica, se trata de una panadería típica en la que es posible probar especialidades maltesas tan deliciosas como la ftira o los pastizzi.
Para los que prefieran alejarse un poco de la comida más tradicional, una excelente opción es Cru, también en Valletta, donde probar sur platos de carnes curadas, mariscos locales y curiosas ensaladas, todo ello acompañado de una extensa carta de vinos cuidadosamente seleccionados. El local es pequeño, por lo que te recomendamos reservar previamente.
Apunta en tu listado de lugares The Hole in the Wall. Situada en Sliema, se trata de una excelente cafetería de día y un animado bar de copas por las noches. Tampoco olvides Fat Louie’s (St. Julian’s), un popular restaurante de grill.
Dónde alojarse:
The Phoenicia: Lujoso hotel en el corazón de Valletta, modernizado en 2017 por el hotelero escocés Gordon Campbell Gray.
The Xara Palace Relais & Chateaux: Un histórico y exclusivo hotel emplazado en un palacio del siglo XVII en Mdina. The Hilton: Un Hilton siempre es sinónimo de acierto. En Malta, se encuentra en Portomaso Yacht Marina. De gran tamaño, cuenta con tres restaurantes, cuatro bares, un spa y cuatro piscinas exteriores.