Si te consideras un amante de la gastronomía y disfrutas descubriendo la cocina de los destinos a los que viajas, toma nota de los lugares que te proponemos en esta guía foodie de Valletta, la capital de Malta. ¿Has visitado ya alguno de ellos? ¡Cuéntanos tu experiencia!
Noni- para una moderna cena maltesa: Republic Street es, desde hace más de 250 años, el epicentro en Valletta en lo que a comida y bebida se refiere. En ella se sitúa Noni, cuya carta presenta propuestas maltesas y mediterráneas, con un toque de modernismo francés. Prueba sus croquetas confitadas de conejo, su tahine de pulpo de cocción lenta con aceite de mejorana y su té fit-tazza, un postre a base de té negro y mousse de leche condensada, servido con ricotta de limón. www.noni.com.mt
Nenu the Artisan Baker – para degustar deliciosas ftiras: Dirigida por Carmelo (también conocido como Nenu) y su esposa Angela, la panadería familiar Nenu the Artisan Baker está especializada en la elaboración de sabrosas ftiras. Te recomendamos que pruebes la clásica Karmini s-Sultana, con patatas, tomates, anchoas y semillas de hinojo. Otra buena opción es la ftira sin tomate, cubierta con patatas, panceta, ricotta, romero y habas. Todos ellos ingredientes procedentes de los campos malteses. www.nenubaker.com
Is-Suq Tal-Belt – para disfrutar de un almuerzo en un lugar cool: Este edificio victoriano, antaño abandonado, prospera hoy en día gracias al sorprendente mercado de alimentos que se ha instalado en su interior. Allí es posible abastecerse de todo tipo de productos frescos en los diferentes puestos de pescaderías, charcuterías, confiterías, etc. repartidos en las tres plantas del mercado. En Is-Suq Tal-Belt podrás probar el licor de nopal, aperitivos de salmón y pastizzis rellenos de ricotta. www.issuqtalbelt.com
Caffe Cordina – para disfrutar del buen lujo: Fundado en 1837, el tradicional Caffe Cordina bien merece una visita por su impresionante escalera de mármol y el techo abovedado decorado por el pintor maltés Giuseppe Cali. El establecimiento comprende varios salones de té, una pastelería, una cafetería y una heladería. Siéntate en su interior o en su agradable terraza y prueba su pudina (pudin de pan maltés con frutas confitadas, nueces y crema de chocolate y avellana) o su kwarezimal, otro dulce tradicional elaborado con una base de avellanas, especias, miel y almendras. www.caffecordina.com
Legligin – para degustar meze malteses en una bodega de piedra: Legligin, cuyo significado en maltés es “el que bebe mucho” es un encantador restaurante-bar de vinos que cuenta con una impresionante selección de 30 vinos malteses. Emplazado en la bodega de piedra de una original casa histórica, su decoración rústica añade un gran encanto al lugar, donde, además, se puede disfrutar de ricos meze o aperitivos malteses, como diferentes panes con aceite de oliva, caponata casera con salchicha local o arjoli (una rica mezcla de tomates secos, aceitunas, anchoas y alcaparras). www.facebook.com/pages/Legligin-Valletta
Amorino – para un helado sabroso y bonito: En la heladería Amorino todos sus helados son de elaboración casera a base de leche entera y fruta recién cosechada. Opta por degustar su helado de pistacho salado, el de coco fresco o el de albahaca. También cuenta con varias opciones orgánicas y veganas. www.amorino.com
Hammet’s Macina – para un sabroso menú degustación: Sus mesas de mármol, sillones de terciopelo azul marino y sus muebles de bronce confieren a Hammet’s Macina, emplazado en el hotel Cugó Gran Macina Grand Harbour, un ambiente de lujo tradicional. Su menú degustación de cinco platos incluye burrata local con hierbas forrajeras, queso gbejna y un risotto hecho con arroz de nueve años. El local incluye, también, un bar que sirve más de 100 vinos diferentes y cócteles elaborados con siropes caseros. www.cugogranmalta.com The Harbour Club – para una cena con vistas: Disfruta al máximo de las pintorescas vistas sobre el Gran Puerto de la elegante terraza de The Harbour Club. Los mariscos son una elección obligada en este restaurante de influencias francesas, originariamente construido como almacén en 1712. Prueba su pescado del día con tomate y ralladura de limón confitada, su risotto de azafrán con calamares o su carpaccio local de langostinos, todo ello servido en una vajilla realizada en exclusiva por la ceramista maltesa Sue Mifsud. www.theharbourclubmalta.com