Uno de los atractivos artísticos y culturales más famosos de Malta son las obras que el pintor Caravaggio dejó en Valletta. Así, deben considerarse como imperdibles para cualquiera que visite el archipiélago los dos cuadros del artista que se encuentran en el interior de la Concatedral de San Juan: La Decapitación de San Juan y San Jerónimo escribiendo.
La historia de Caravaggio en Malta no es menos misteriosa que el resto de su biografía. Se dice que fue recibido por los Caballeros de San Juan tras lograr escapar de Roma, donde había sido acusado de asesinato. Así, el artista se refugió en Malta durante, aproximadamente, un año, periodo durante el cual pintó La Decapitación de San Juan, el cuadro de mayor tamaño del maestro, y el único que firmó. La firma, de hecho, se realizó en perfecto estilo Caravaggio, camuflándola con el color rojizo utilizado para pintar la sangre que fluye del cuello de San Juan.
Cuando el maestro se encontraba en pleno auge de su popularidad en Malta y, sin razón aparente, fue arrestado y puesto prisionero en el Fuerte de St. Angelo, del cual logró escapar con la ayuda misteriosa de alguien que, también, le permitió salir del país, lo que le convirtió, de nuevo, en fugitivo.
Si te gustan las obras de Caravaggio, en Malta podrás admirar muchas pinturas dejadas por uno de sus más grandes admiradores: Mattia Preti, otro artista italiano que vivió durante mucho tiempo en el archipiélago, donde elaboró espléndidas pinturas y obras que aún se pueden admirar en muchos lugares, como la propia Concatedral de San Juan, de la que se encargó de la mayoría de las decoraciones.