Muchos turistas llegan a Malta para aprender inglés, disfrutar de la playa en familia, bucear para ver los tesoros que se esconden bajo el agua, recorrerla en bicicleta, apreciar la arquitectura y el arte, y festejar las múltiples fiestas que se celebran. Si bien, no muchos saben que otra de las cosas que ofrecen las islas es su cultura vitivinícola, que cada vez se hace más fuerte. Las bodegas y vinos de Malta son otra de las cosas que no puedes perderte en tu viaje a Malta.

Historia de las bodegas y vinos de Malta
La producción de vino maltés se remonta a la época romana, hace más de dos mil años. En aquel entonces no tenía buena reputación porque la mayoría de las variedades de uva que se cultivaban eran las uvas de mesa y por lo tanto sólo las uvas que no eran consumidas se destinaban a la elaboración de vino. Fue a comienzos del siglo XX, cuando se establecieron las dos primeras bodegas (Emmanuel Delicata y Marsovin), que la producción comenzó a tratarse con más seriedad y las variedades de uva internacionales llegaron a las islas para ser plantadas. Existen dos variedades autóctonas, Gellewza (rojo) y Ghirgentina (blanco) y diversas variedades internacionales como Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Cabernet Franc, Chardonnay, Sauvignon Blanc, y Moscatel, entre otras.
La elaboración y producción del vino local sufrió una mejora notable cuando se liberaron las barreras proteccionistas a la importación y el vino maltés se vio obligado a competir contra los vinos del resto del mundo. Actualmente existen vinos malteses de excelente calidad que han obtenido reconocimiento a nivel mundial y premios internacionales.

El vino maltés
Pero ¿cómo llegamos a conocer el vino maltés? El evento más importante del año para el calendario vitivinícola maltés es el Festival del Vino Qormi que se celebra la primera semana de septiembre. Durante esa semana, las calles de Qormi frente a la Iglesia Parroquial de San Jorge se llenan de expositores. Todos ellos con el objetivo de promocionar su vinos.
A su vez, los grandes operadores turísticos suelen organizar tours de catas a las que los turistas pueden apuntarse. Para aquellos que viajan de manera independiente, lo más recomendable es reservar una cita previamente con las bodegas.

Te dejamos a continuación una lista de las principales bodegas para animarte a conocer otra faceta de Malta:
Meridiana:
Meridiana Wine Estate goza de la reputación de ser la mejor bodega en Malta. También es la de mayor tamaño, con una producción de 140.000 botellas al año. Se trata de una excelente opción para introducirse en los vinos malteses, aprovechando el ambiente tranquilo y cuidado del lugar. Los vinos se sirven en un patio interior tradicional, acompañados por un generoso plato de aperitivos malteses: www.meridiana.com.mt
Mar Casar:
El excéntrico italiano Mark Cassar presume de producir vinos igualmente insólitos, acordes a su personalidad. Así, su bodega, alimentada exclusivamente por energía eólica y solar, produce vinos orgánicos, veganos y sin gluten, elaborados sin pesticidas ni tapas de aluminio.
Atendiendo a sus viñas con adoración casi paternal, Mark Cassar emplea antiguas técnicas de fermentación y envejecimiento del vino, con vasijas de arcilla cruda, y recibe personalmente a sus clientes. www.marcasar.com
Ta’Mena:
Gozo, la hermana pequeña de Malta, se caracteriza no solo por ser más tranquila y rural, sino también por su inmenso potencial para la elaboración del vino, con frescas temperaturas costeras y pequeños valles que canalizan la brisa marina. Para una degustación de vinos gocitanos con un toque especial, visita la bodega familiar de Ta’Mena, cuyos caldos son elaborados a base de uvas autóctonas de Malta. Son muy suaves al paladar y fáciles de tomar. www.tamena-gozo.com/wines
¡Las bodegas y vinos de malta te dejarán con la boca abierta!