- Las ganas de tener unas vacaciones y alejarse de la rutina diaria solo aumentan llegada esta época del año. Con resaca emocional del verano, pensamos que las zonas costeras no son una opción para una escapada otoñal pero lejos queda de la realidad. Malta goza de unas temperaturas excelentes y una infinidad de planes tan maravillosos como sus playas. Sin duda, este destino es ideal para desconectar y pasar un tiempo increíble rodeado de cultura y buena gastronomía.
Valletta, capital de Malta, respira tranquilidad por los cuatro costados. Perderse por sus calles y empaparse de la historia arquitectónica de la ciudad resulta todo un privilegio. Muy concurrida durante el verano, el otoño es ideal para visitar palacios barrocos, iglesias, jardines, y plazas monumentales, todo ello dentro de una gran muralla del siglo XVI. La Concatedral de San juan, el Palacio del Gran Maestre, los Jardines Altos de Barrakka o el Teatro Manoel son solo algunos ejemplos de las joyas que esconde la ciudad.
Para salir de lo convencional durante las vacaciones, visitar la Isla Manoel es la mejor opción. En frente de Valletta se erige esta isla que alberga en ella una imponente, a la par que impresionante, fortaleza del siglo XVIII. Lo sorprendente de la zona es que está abandonada y que está fuera de las guías usuales de viajes, de hecho, salvo en contadas ocasiones, no se puede entrar a la fortaleza. Además, la bienvenida a esta zona viene precedida por patos, gansos, pavos, pollos, palomas, gatos y conejos en el colorido Pueblo de Patos.
Declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Hipogeo de Hal Saflieni y el grupo de Templos Megalíticos de Malta son dos paradas que no pueden faltar en tu viaje cultural. Las joyas arquitectónicas de la ciudad son muy importantes pues incorporan innovaciones locales.
Las Catacumbas de San Pablo tampoco te defraudarán. Localizadas en Rabat, son parte de un cementerio antiguo que, además, durante el cristianismo servían de túneles, galerías y tumbas. Si necesitabas una razón más para visitar Malta en invierno es esta, ya que estas catacumbas prácticamente solo pueden visitarse en invierno.
El broche de oro te recomendamos hacerlo en Valletta, tomando café en uno de sus edificios históricos. Caffe Cordina se sitúa en el histórico Palacio Casa del Común Tesoro desde 1944, que deslumbra por el majestuoso techo pintado por el reconocido artista maltés, Giuseppe Cali. Con pasteles caseros, esta cafetería aporta el toque dulce y hogareño ideal para descansar después de un largo día turístico.
Para más información, visita www.visitmalta.com