
Si eres un apasionado de la historia militar tienes que incluir la heroica Malta de la Segunda Guerra Mundial en tu lista de viajes. Las islas cuentan con una gran riqueza histórica porque fueron un enclave estratégico en la Segunda Guerra Mundial, ¡Fue un escenario muy activo durante los seis años que duró!
¿Sabías que a pesar de ser uno de los países más pequeños de Europa fue el lugar más bombardeado durante la Guerra? Las islas maltesas tienen el récord de bombardeos sostenidos más intensos de la historia. Duraron 154 días y noches y esto se conoce como “El Sitio de Malta”.
Te ponemos en contexto. El archipiélago estaba en manos de los británicos, que estaban enfrentados a las potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón). Estos tenían bases militares en África y necesitaban transportar abastecimiento hasta Europa. Para eso tenían que pasar por Malta, por lo que en 1940 el ejército italiano atacó la Isla.
Es cierto que Malta fue muy importante durante el conflicto, pero no estaba preparada para la ofensiva. Solo tenía tres aviones y Reino Unido a penas le mandaba ayuda, porque tenía que defender Inglaterra. Los malteses resistieron muchísimos ataques aéreos, pero murieron miles de personas y se destruyeron gran cantidad de edificios.
La guerra acabó en 1945 y el archipiélago se independizó el 21 de septiembre de 1964, manteniendo a la Reina Isabel II como soberana. Diez años después, la heroica Malta de la Segunda Guerra Mundial se convirtió en república.
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El recorrido ideal para el amante de la historia
En primer lugar, no te puedes ir sin visitar Vittoriosa. Aquí se encuentran las fortificaciones construidas por los Caballeros malteses o los curiosos refugios subterráneos para bombas de Air Raid.
Otra parada obligatoria es el puerto natural más grande del Mediterráneo, situado en La Valletta. Es curioso… Aquí reparaban submarinos y barcos de gran tamaño.
Y… ya que estamos recorriendo las calles de la capital, no puedes dejar pasar la oportunidad de entrar en un auténtico sistema defensivo construido por los Caballeros de la Orden de Malta, el Fort St. Elmo. Actualmente se utiliza como Museo de la Guerra de Malta y acoge exposiciones como la de Faith, el único avión superviviente de la guerra. De camino al museo, quizás te has topado con las ruinas de la Royal Opera House, otra obra arquitectónica que fue bombardeada y que aún conserva algo de encanto.
A lo largo de las islas puedes visitar varios refugios antibombas muy interesantes. Los malteses prácticamente vivían aquí durante los innumerables bombardeos. Están repartidos por Mellieha, Mgarr, Attard, Birgu, Cirkewwa…
Por último, no te puedes ir sin contemplar las maravillas del fondo marino que bordea la heroica Malta de la Segunda Guerra Mundial. El mar está repleto de restos de barcos y aviones hundidos. Uno de los más destacados es el HMS Maori, en la Bahía de San Telmo. Se dice que incluso se pueden encontrar casquillos de obús originales que aún conservan la fecha inscrita.